¿Cómo contemplas a Dios?

Isaías 40:25-26 NTV. «“¿Con quién me compararán? ¿Quién es igual a mí?”, pregunta el Santo». 

Mateo 16:13-17 RVC.13 «Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?”14 Ellos dijeron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que es Elías; y otros, que es Jeremías o alguno de los profetas”. 15 Él les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”» 16 Simón Pedro respondió: “¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!”. 17 Entonces Jesús le dijo: “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos”». 

1. ¿Un abuelito bueno y perdonador?

Juan 3:16-17 NVI. 16 «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él». 

Juan 3:18-21 NVI. 18 «El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo único de Dios. 19 Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la humanidad prefirió la oscuridad a la luz, porque sus obras eran malas. 20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. 21 En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios». 

Ezequiel 18:20 DHH. «Solo aquel que peque morirá. Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre, ni el padre por los pecados del hijo. El justo recibirá el premio a su justicia; y el malvado, el castigo a su maldad».

2. ¿Un maltratador?

Isaías 49:15 RVC. «¿Pero acaso se olvida la mujer del hijo que dio a luz? ¿Acaso deja de compadecerse del hijo de su vientre? Tal vez ella lo olvide, pero yo nunca me olvidaré de ti».

Jeremías 31:3 RVC. «Hace ya mucho tiempo, el Señor se hizo presente y me dijo: “Yo te amo con amor eterno. Por eso te he prolongado mi misericordia”».

3. ¿Un Creador insensible y lejano?

Isaías 40:26-31 NTV.  26 «Levanten la mirada a los cielos. ¿Quién creó todas las estrellas?
Él las hace salir como un ejército, una tras otra, y llama a cada una por su nombre.
A causa de su gran poder y su incomparable fuerza, no se pierde ni una de ellas.
27 Oh Jacob, ¿cómo puedes decir que el Señor no ve tus dificultades? Oh Israel, ¿cómo puedes decir que Dios no toma en cuenta tus derechos?
28 ¿Acaso nunca han oído? ¿Nunca han entendido?
El Señor es el Dios eterno, el Creador de toda la tierra.
Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su entendimiento.
29 Él da poder a los indefensos y fortaleza a los débiles.
30 Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos.
31 En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila.
Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán».

4. ¿Un comerciante al que se le puede comprar o con quien se pueden hacer trueques?

Hechos 17:24-25 RVC.  24 «El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, es el Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos hechos por manos humanas, 25 ni necesita que nadie le sirva, porque a él no le hace falta nada, pues él es quien da vida y aliento a todos y a todo».

Job 2:8-10 NTV. «Job, sentado entre cenizas, se rascaba con un trozo de teja. Su esposa le dijo: “¿Todavía intentas conservar tu integridad? Maldice a Dios y muérete”. 10 Sin embargo, Job contestó: “Hablas como una mujer necia. ¿Aceptaremos solo las cosas buenas que vienen de la mano de Dios y nunca lo malo?”. A pesar de todo, Job no dijo nada incorrecto».

Habacuc 3:17-19 NVI.  17 «Aunque la higuera no florezca ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el redil no haya ovejas ni vaca alguna en los establos;
18 aun así, yo me regocijaré en el Señor.
¡Me alegraré en el Dios de mi salvación!  19 El Señor y Dios es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas».

5. ¿Alguien «hecho a medida»?

Isaías 44:9-20 NTV. 9 «¡Qué necios son los que fabrican ídolos!
    Esos objetos tan apreciados, en realidad, no valen nada.
Los que adoran ídolos no saben esto, así que todos terminan avergonzados.
10 ¿Quién sino un tonto se haría su propio dios, un ídolo que no puede ayudarlo en nada?
11 Los que rinden culto a ídolos caerán en la deshonra junto con todos esos artesanos—simples humanos— que se declaran capaces de fabricar un dios. Tal vez unan sus fuerzas, pero estarán unidos en el terror y la vergüenza.  12 El herrero se ubica frente a su fragua para hacer una herramienta afilada, martillándola y dándole forma con todas sus fuerzas.
Su trabajo le da hambre y se siente débil; le da sed y se siente desmayar.
13 Después el tallador mide un bloque de madera y sobre él traza un diseño.
Trabaja con el cincel y el cepillo y lo talla formando una figura humana.
Le da belleza humana y lo pone en un pequeño santuario.
14 Corta cedros; escoge cipreses y robles; planta pinos en el bosque para que la lluvia los alimente.
15 Luego usa parte de la madera para hacer fuego, y con esto se calienta y hornea su pan.
Después, aunque parezca increíble, toma lo que queda y se hace un dios para rendirle culto;
hace un ídolo y se inclina ante él.
16 Quema parte del árbol para asar la carne y para darse calor.
    Dice: “Ah, ¡qué bien se siente uno con este fuego!”.
17 Luego toma lo que queda y hace su dios: ¡un ídolo tallado!
Cae de rodillas ante el ídolo, le rinde culto y le reza.
“¡Rescátame!—le dice—. ¡Tú eres mi dios!”.

18 ¡Cuánta estupidez y cuánta ignorancia!
    Tienen los ojos cerrados y no pueden ver; tienen la mente cerrada y no pueden pensar.
19 La persona que hizo el ídolo nunca se detiene a reflexionar:
    “¡Vaya, es solo un pedazo de madera! Quemé la mitad para tener calor y la usé para cocer el pan y asar la carne.
¿Cómo es posible que lo que queda sea un dios? ¿Acaso debo inclinarme a rendir culto a un pedazo de madera?”.
20 El pobre iluso se alimenta de cenizas; confía en algo que no puede ayudarlo en absoluto.
Sin embargo, no es capaz de preguntarse: “Este ídolo que tengo en la mano, ¿no será una mentira?”».

6. ¿Un Dios cercano, amante y justo?

Juan 1:11-12 NBV. 11 «Vino a este mundo, que es suyo, y los suyos no lo recibieron. 12 Pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en él, les dio el derecho de ser hijos de Dios».

Y tú, ¿cómo ves a Dios?